La evaluación de este recurso es de tipo formativo, es decir, debe haber un continuo aprendizaje y reflexión en cada juna de las etapas que confirman la secuencia sin necesidad de calificar estos, pero sí por medio de un análisis cualitativo en relación con el diálogo que se genere. Es importante propiciar el diálogo y la reflexión de los estudiantes, que ellos lideren su proceso de aprendizaje y que el docente funcione como un guía que va modelando los escenarios que permitan la reflexión.
En las primeras etapas de esta secuencia los estudiantes pueden ir evaluando las intenciones implícitas y explícitas del cineasta como creador de la cinta, considerando las elecciones que realiza para construir su mensaje, así como también evaluar los recursos utilizados en sí mismos. Para conocer lo que piensa el estudiante es clave dar ese espacio, si bien es posible que no todos alcancen a opinar en el foro, se puede hacer una pequeña dinámica en la que conversen con un compañero o compañera, o incluso pequeños grupos en los que puedan intercambiar opiniones y puntos de vista.
No tenemos en este contexto una pauta de cotejo o rúbrica que nos sirva para ir calificando lo que expone el estudiante en las fases 1, 2 y 3, sin embargo sí pensamos que un desafío lingüístico como producto final de este proyecto nos puede mostrar de forma más evidente los objetivos alcanzados por el estudiante. La creación del afiche cinematográfico puede exponer todo el proceso previo de una forma ordenada y coherente, en la que los estudiantes utilicen ahora ellos los recursos para diseñar y entregar un mensaje.
Este trabajo puede ser realizado de manera individual o en grupos. Idealmente se sugiere un máximo de 3 estudiantes por grupo de manera que se puedan considerar las ideas y puntos de vista de todos ellos.
Una vez realizados los afiches sería interesante presentar una pequeña muestra a los demás compañeros de clase o de colegio. Colgar los afiches en las paredes o hacer un blog digital en el que se puedan enseñar.
